La salud de la mujer ofrece distintos perfiles a lo largo de la vida. Durante el período reproductor, que acaba con el cese de la función del ovario (alrededor de los 50 años de edad), se requiere una serie de cuidados, donde destaca la atención al embarazo y al parto, o si es el caso, a la regulación de la fertilidad. Esta última es bidireccional, pues hay mujeres que demandan la evitación del embarazo (anticoncepción), pero otras, por el contrario, requieren ayuda para quedar gestantes por problemas de infertilidad.
Acabada esta fase vital, se abre un nuevo período en el que algunas mujeres necesitan apoyo para superar síntomas variados y afectación de la calidad de vida como consecuencia de la menopausia. Además de los síntomas, la pérdida de la función ovárica puede implicar problemas para la salud, como son la aceleración en el deterioro óseo que acompaña a la edad. Consecuencia de ello es la osteoporosis postmenopáusica. Pero además, este período es crucial en la vida de la mujer pues constituye una etapa ideal para desarrollar una adecuada estrategia de salud. Aquí se implementan los cribados de ciertos tipos de cáncer, como el de mama (mamografía) o cuello de útero (citología), y el desarrollo de hábitos de vida saludables, a fin de reducir el riesgo de enfermedades crónicas (cardiovasculares, deterioro cognitivo, u otras formas de cáncer), que se acumulan con la edad. Finalmente, hay un conjunto de colectivos que presentan riesgo especial para estas amenazas, como son las mujeres que sufren muy pronto (antes de los 40 años) la menopausia, o las que la sufren o tras superar diversos tipos de cáncer. Estas mujeres pueden sufrir una menopausia prematura si el cáncer se presenta durante la juventud, o un agravamiento de las secuelas de la misma (síntomas, mala calidad de vida, osteoporosis, etc.) si el cáncer se presentó cuando ya habían pasado la menopausia.
Para atender este abanico de necesidades, el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universitario ha instaurado un programa innovador, que se alinea con el conjunto de iniciativas de envejecimiento saludable lanzado recientemente por instituciones transnacionales, como la Organización Mundial de la Salud o la Unión Europea, o los propios gobiernos de los países desarrollados. Esta iniciativa se ha organizado sobre la base de una estrecha colaboración con los servicios de atención primaria del Departamento sanitario Clínico- Malvarrosa, médicos de familia y matronas, y de una participación activa de las propias mujeres. Nuestro propósito es generar iniciativas con impacto en los indicadores de salud global de las mujeres. Principios de este programa son la innovación continua, la investigación competitiva, la sostenibilidad de los servicios sanitarios y la coparticipación de las propias usuarias. Los programas que lo constituyen son: